Lo que vino rápido a la parada del 36 fue un punga que me trato de afanar. Como el orto el fin de mi día del orto... Redondito. Todo pa'l orto.(Menos el evento del Sudaca Border de Eloisa Cartonera en FM La tribu, claro. Con ese material escribo otra nota ;).
Lo loco fue que llegué a la parada y pensé "Qué bueno, hay un tipo esperando...".
Me senté en el borde de la ventana de la panadería que está justo frente a la parada del puto 36. (Nota: pareciera que esa panadería supiera que el 36 es una línea de mierda que no pasa de noche y se apiada de nosotros, pobres víctimas pasajeras, dejandonos acurrucarnos en su ventana las noches frías de invierno. Cuantas veces me habré quedado dormida esperando ahi sentada!)
El tipo parado en la esquina me preguntó la hora, le dije que serían tipo 2... Ni miré el celu. Y ahí me empezo a hablar y yo no le entendía... Un poco el sueño, un poco mi oido otoesclerótico, un poco me chupaba un huevo.
Y me seguía hablando.
"Eh???"
"Que no grites y me des el celular y la guita."
Claro, ahí noté que no pasaba ni el loro, no se escuchaba ni el caño de un puto auto, ni un alma, nada.
"No, no te voy a dar nada." Con lo que me cuesta ganarme las cosas le iba a regalar a este porque si? Ni en pedo.
Se me sentó al lado. "Dame y no grites que ahí hay una cámara y no quiero ir en cana otra vez".
"Entonces hacete cargo y no me afanes, la puta que te parió!" pensé.
Pero con tono sereno le dije "Te pido por favor, no... No te voy a dar nada."
En un flash me acordé de la conversación de mierda que tuve a la tarde en la sala de maestras de la escuela, sobre los muchos beneficios que iba a traer que pusieran cámaras en la calle. Yo no estaba de acuerdo con que el solo hecho de filmar la vida diaria de la gente iba a hacer las calles más seguras. He aquí la prueba de que yo tenía razón. La camarita de mierda no estaba deteniendo al caco en lo más mínimo. En ese momento deseé tener alguna de la viejas taradas adelante mio para avisarle al muchacho que no debería estar afanándome porque ahí estaba la camarita.
"No tengo nada..."
Si le daba el cel y la plata, podía pedirme más. Tendría que darle la mochila con la agenda con todos mis contactos, el cuaderno con las notas de todo el año de mis alumnos, el stencil de Faah!, mi carpeta con notas personales de proyectos... Para qué carajo iba a querer todo eso el chabón? Boludeces cuya carencia complicaría solo mi vida. Y yo no estaba dispuesta a complicármela más.
"No, ni en pedo te lo doy."
Entonces pensé "Otra vez estoy haciendo lo mismo. Podría matarme. Y si tiene una punta..? Pero por qué mierda tengo yo que hacer lo que este tipo me dice? Es un tipo común y corriente como yo. A mi también me cuesta vivir loco! Y si te punguéo yo? Sabés qué? Dame VOS la plata y el celular, chabón!"
Una parejita apareció a lo lejos. Me quedé dura.
"Quedate acá".
Lo miré de reojo, "Sabés que no..?". Cruzé la calle corriendo y me fui con ellos...
Ni idea que hizo, no me di vuelta, seguí caminado con la gente hasta Ángel Gallardo.
Empecé a temblar, a moquear. La piba me preguntaba si estaba bien y me frotaba el brazo para confortarme. El pibe me miraba con cara de ojete, como si le hubiera cagado la cita. Y bue, chabón, andá a quejarte con Macri.
Conclusión 1: NO le diga "SI!" al caco.
Conclusión 2: Yo te dije que quería quedarme a dormir en tu casa :(