(Mendoza, 2014)
Estando en Mendoza crucé el zanjón y conocí Godoy Cruz. En la casa de O Higgins compartí con sus moradores y parroquianos, artistas de la vida todos ellos, ocupados en la música, la plástica, las letras, la gastronomía. Personas que hacen de sus días una cotidiana expresión de ellos mismos y a través de ellos mismos y su interacción con su entorno. Multifascético y acojedor encontré, entonces, al Espacio Autogestivo de la Oh.
Estando en Mendoza crucé el zanjón y conocí Godoy Cruz. En la casa de O Higgins compartí con sus moradores y parroquianos, artistas de la vida todos ellos, ocupados en la música, la plástica, las letras, la gastronomía. Personas que hacen de sus días una cotidiana expresión de ellos mismos y a través de ellos mismos y su interacción con su entorno. Multifascético y acojedor encontré, entonces, al Espacio Autogestivo de la Oh.
Un jueves de los que moré en la casa, Luli (A Secas) me invitó a un taller literario. El ejercicio era escribir usando obligatoriamente las palabras antiespecista, supermercado, cadáveres, ranas, nylon, chiste, bronca, mierda y pelotudo. Al principio no me resultaron muy felices, pero la historia salió de un tirón. Y lo disfruté.
Hileras de góndolas. Veo entre dos hileras de góndolas. No hay techo, es un supermercado a cielo abierto. Día claro, soleado con algunas nubes. El sol brilla sobre el nylon que envuelve los cadáveres.
Ya estoy en la sección 'Carnicería'. Hace un tiempo que me da impresión. (¿Será por esto que lo sueño?) El carnicero tiene cara de toro y eso no me sorprende (¡Mira que loco!).
- ¿No le da bronca a Ud.? - le pregunto como si hablara del clima.
- No, ni mierda. No soy antiespecista. - me responde y se sonríe.
- ¿Cual es el chiste?
- Que van a llover ranas. ¿Usted me iba a preguntar sobre el clima, no?
- ¿Qué? ¿Además de hablar me lee la mente? ¡Eso no se hace!
Y me fui indignada. Por eso se lo comen, por pelotudo!
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